Al igual que las personas regulamos mediante la pupila la entrada de luz a los ojos, la cámara lo hace a través del diafragma. Se trata abrir o cerrar el paso de luz al sensor. Las personas, lo hacemos de manera automática e inconsciente, la pupila se abre cuando estamos en lugares oscuros y se cierra cuando estamos en sitios con mucha iluminación.
El diafragma, se regula bien manualmente a través de la rueda (el dial) de la cámara donde se encuentran los distintos modos de disparo (A o Av) o de manera automática si optamos por esa opción.
Si queremos conseguir, por ejemplo, una foto con alto desenfoque, podemos regular el diafragma de manera que cuanto más abierto lo tengamos, mayor desenfoque obtendremos.
Cierto es que el diafragma por sí solo no es el único factor que tenemos que tener en cuenta ya que necesitaremos ajustar el obturador (velocidad) de forma que entre ambos, determinarán la luz que llegará al sensor.
Para entenderlo mejor, pensemos de nuevo en los ojos, pongamos que estamos en una habitación totalmente a oscuras con los ojos abiertos, la pupila (el diafragma de la cámara) estará muy abierta dejando que pase toda la luz a través de ella para poder distinguir lo que vemos. Ahora pongamos que en vez de un lugar a oscuras, estamos en una habitación muy iluminada, en este caso, la pupila estará más cerrada para evitar el paso de mucha luz que nos cegaría.
En cualquier caso, dependerá también de la distancia focal a la que estemos del sujeto a fotografiar, lo mismo que la luz de una linterna no nos cegaría a 2 metros pero sí a 2 cm de distancia.
Opciones de diafragma:
f/ 1 - f/1.4 - f/2 - f/2.8 - f/4 - f/5.6 - f/8 - f/11 - f/16 - f/22 - f/32
(Cuanto mayor es el número, más cerramos el diafragma, dejamos pasar menos luz).
El diafragma, además, nos permite controlar la profundidad de campo, de manera que a mayor número, conseguiremos menor paso de luz y al mismo tiempo, mayor profundidad de campo.
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Fotografía: Margarita a f1.8 - chalo84
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